El trabajador autónomo se ha convertido en un componente vital en la economía global, ejerciendo diversos roles. Su importancia reside en la innovación, adaptabilidad y flexibilidad que aportan al mercado laboral.
En los últimos años, esta modalidad consiguió un crecimiento notable, impulsado por avances tecnológicos y cambios socioeconómicos.
Según el Informe Global de Emprendimiento de Amway, el 35% de los mexicanos percibe que el país ofrece tecnología necesaria que favorece el espíritu emprendedor.
Por eso, hoy nos centraremos en el trabajador independiente o freelance (en inglés), desde su definición hasta sus diferencias frente a un empleado.
Se define como una forma de empleo independiente, es decir, la persona trabaja por su cuenta, sin un jefe directo o contrato de por medio.
Un trabajador independiente o freelance, tiene la capacidad de prestar servicios o vender productos a diferentes clientes o empresas. Claro, esto implica más organización, pero también más libertad, ya que puede tomar decisiones propias respecto a sus horarios.
Al mismo tiempo, conlleva responsabilidades adicionales, como, por ejemplo, la búsqueda de clientes. Además, debe tomar decisiones sobre cómo realizar las tareas y asegurarse de obtener rentabilidad en su actividad laboral.
Un trabajador autónomo se distingue esencialmente por no depender de un empleador, pero eso no es lo único.
El trabajador independiente se caracteriza por:
Ser proactivo y versátil.
Tener objetivos claros.
Conservar autonomía laboral.
Tomar decisiones independientes.
Ser flexible en la realización de tareas.
Asumir el control de aspectos financieros y fiscales.
Ser responsable de su propio negocio.
Ejecutar tareas sin la presencia de un contrato tradicional.
En síntesis, un trabajador autónomo es una persona responsable de su éxito o fracaso laboral.
Existe una amplia gama de trabajadores independientes o freelance, en diversas áreas y sectores laborales, algunos de ellos incluyen:
Albañiles.
Fontaneros.
Electricistas.
Carpinteros.
Expertos en mantenimiento.
Profesionales de la salud independientes, etc.
Redactores.
Fotógrafos.
Diseñadores gráficos.
Programadores.
Especialistas en marketing.
Community managers.
Editores de vídeo, etc.
Taxistas.
Mensajeros.
Repartidores a domicilio.
Profesores particulares, etc.
Estos ejemplos reflejan la diversidad y extensión de esta forma de empleo.
No. La razón es que los independientes están excluidos del ámbito de aplicación del Estatuto de los Trabajadores, en artículo 1.1. Aquí se especifica que la Ley de Control Horario está destinada solo a quienes ejercen su labor bajo la dirección de otro empleador o empresario.
Por ende, los autónomos no tienen la obligación de registrar su hora de entrada y salida laboral, a menos que tengan personal a su cargo. En tal caso, tendrían que supervisar la jornada laboral de su plantilla.
El trabajo autónomo viene acompañado de grandes beneficios que pueden ser atractivos para aquellos en busca de independencia laboral. Sin embargo, esta modalidad también tiene sus desafíos:
Flexibilidad: si trabajas como freelance, podrás hacerlo desde cualquier lugar y a cualquier hora.
Creatividad ilimitada: tenes la oportunidad de ser innovador en el trabajo.
Autonomía: serás tu propio jefe y elegirás a tus clientes.
Crecimiento profesional: te podrás desarrollar más y recibirás beneficios directos.
Libertad laboral total: trabajarás a tu modo, sin jefes directos y con quien desees.
Potencial de ingresos mayores: tenes la posibilidad de obtener mayores ganancias.
Sin prestaciones: No disfrutarás de los beneficios laborales típicos, como vacaciones pagas o jubilación.
Competencia y presión: dependiendo del sector, la competencia es intensa, por lo que existe mayor presión para destacar y lograr mantenerse relevante en el mercado.
Ingreso variable y no garantizado: los ingresos pueden ser irregulares, no hay un sueldo fijo o seguro.
A pesar de los retos que puedan presentarse, el trabajo independiente es una gran opción si eres de los que prefiere tomar el control de lo que hace para generar ingresos. Depende de ti que tan lejos quieres llegar.
De cualquier forma, existen numerosas páginas para encontrar trabajo freelance. Solo debes registrarte en una de ellas y crear un perfil atractivo que atraiga a clientes potenciales.
No obstante, si eres nuevo en la plataforma, quizás debas arriesgarte un poco para aumentar tus probabilidades de captar clientes. Esto puedes lograrlo de distintas formas, aunque lo ideal sería que optes por publicitar tu negocio.
Una persona que se desempeñe como freelance o trabajador autónomo tiene libertad en sus horarios y clientes, capaz de gestionar su propio negocio. Además, asume toda la responsabilidad financiera y fiscal.
En contraste, el empleado trabaja bajo supervisión de alguien más, con horarios fijos y la posibilidad de obtener beneficios laborales.
Su responsabilidad se limita a tareas designadas.
La estabilidad salarial es usual en los empleados, mientras que los independientes gozan de ingresos variables y menos prestaciones.
El gobierno mexicano impulsa el trabajo independiente mediante programas como el Fomento al Autoempleo (FA), que ofrece apoyo para establecerse como empleado por cuenta propia.
Ahora, para ser trabajador autónomo en México de manera legal, necesitas:
Tener una identificación fiscal para pagar impuestos, si tienes una empresa propia.
Obtener el Registro Federal de Contribuyentes (RFC) a través del SAT. Además, contar con la Clave Única de Registro de Población (CURP).
Presentar pasaporte o visa de inmigración, tarjeta de residente y carta de solicitud de CURP en español para adquirir la CURP.
Contar con un número de seguro social si sos residente permanente o temporal en el país.
En México, la demanda laboral y el acceso a la tecnología han conducido a un aumento del trabajo autónomo. Los profesionales, sobre todo los millennials, optan por empleos freelance en redacción, diseño web, y traducciones, sin la necesidad de una oficina física. Pero a todo esto, surge una pregunta:
¿Cómo cobran los trabajadores autónomos que trabajan para empresas extranjeras?
Por fortuna, servicios como DolarApp ayudan en el proceso de cobro de los freelancers. Esta aplicación le ofrece a los trabajadores autónomos cuentas internacionales a su nombre. Un proceso sin papeleos tediosos y facilitando la recepción, transferencia o cambio de dólares y pesos en solo unos clics.
Los países tienen fronteras. Tus finanzas, ya no.
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